Por Julio César González Pagés
Resumen:
Uno de los aspectos más interesantes que trajo el enfoque de género en los estudios de historia de mujeres fue el cuestionamiento hacia los espacios donde se desarrolló la vida de la población femenina.
Definir los ámbitos privados y públicos ha permitido sistematizar la doble dimensión de ambos en un contexto donde se pone énfasis en las relaciones sociales determinantes en la construcción de los géneros femenino y masculino.
El espacio público cubano recibe severas transformaciones con el fin de la querra de independencia y el inicio de la intervención norteamericana, el presente trabajo aborda estos aspectos desde un tema poco común el del ciclismo femenino.
Tintina una mujer gallega monta una bicicleta en la Habana.
La gallega Antonia Martínez, más conocida por Titina, probablemente haya sido la primera en hacer uso de una bicicleta en esta Isla. El suceso como tal narrado por la misma protagonista a la líder sufragista María Collado, fue descrito de la siguiente forma:
"Todos quedaron sorprendidos al ver una mujer usando una bicicleta en La Habana en la temprana fecha del 12 de noviembre de 1894, esta acción me convertía en la precursora de algo que causó un gran malestar sobre todo en los hombres, pero no pudo ser detenido". (1)
La acción de Titina al irrumpir en un espacio público, le ganó burlas y agresiones y hasta una canción que le vaticinaba un accidente, la cual ha sido cantada por más de cien años
El texto de esta canción ha variado según las épocas y regiones del país con un texto que advierte un límite para las mujeres: “Titina, Titina montando bicicleta al doblar la esquina se le poncho una teta”. (2)
La advertencia de que los senos de las mujeres pueden ser como los neumáticos de la bicicleta, no existe de igual forma para los hombres. Esto se traduce en un claro llamado para no dejar que las mujeres montaran bicicleta de forma abierta como los hombres sin límites y restricciones
La entrada de mujeres en ciclo al espacio público fue asociada a una serie de acontecimientos que comenzaban a involucrar a la población femenina en cuestiones no diseñadas por el androcentrismo social. El 29 de diciembre de 1894 apareció en "La Carta del Sábado" una advertencia ante tanto libertinaje:
“Empecemos por afirmar que para nosotros desaparece la mujer si la encontramos comentando las instituciones de Justiniano o haciendo la disección de un cadáver. Esa no es su verdadera misión en la tierra su misión esta dentro del hogar doméstico, y para el hogar, en el cual ha de ser el ángel custodio de todas las felicidades, debe ser educada...No podéis creer ilustre señorita, que la emancipación de la mujer exija que sepa manejar el florete, que domine la bicicleta, que expuesta a las intemperancias y a las groserías arriesgue su tranquilidad y su pudor en la mesa de un café o vocifere en un club. Esa no sería una mujer, sería un fenómeno”. (3)
Con textos como estos se advierte una declaración beligerante contra las mujeres-fenómenos que rompieron paradigmas de convivencia social. Esto no fue escuchado por un grupo de cubanas pragmáticas que hicieron proclamas y actos de toda índole que iban desde el estudio en universidades, formaciones de asociaciones "semi-ilícitas", hasta la incorporación a la subversiva corriente feminista (4)
Cambiando el espacio de la política: ¿patriarcal, maternal o infernal?
La participación de mujeres cubanas dentro de las filas independentista no trajo el cambio esperado por ellas dentro de las concepciones patriarcales de los lideres patriotas .De igual modo el diseño de la política colonial excluía una participación de las mujeres en las actividades de las organizaciones que influían en la determinación de normas y leyes (5)
La última etapa de la querra permitió el asociacionismo político con la formación de clubes femeninos independentistas pertenecientes al Partido Revolucionario Cubano de José Martí. Aunque la mayoría de estos clubes siguió patrones conservadores por parte de sus lideres de ambos sexos, sobresalieron algunas integrantes que no quisieron seguir siendo evaluadas como "flores o niñas", arquetipo frecuentemente utilizado para calificarlas, como fue el caso de Quirina Martínez, perteneciente al Club "Mercedes Varona" de Nueva York, quien también montó bicicleta, además de cortarse el pelo y fumar cigarrillos en público y como Edelmira Guerra quien quiso que se cambiara la capital de La Habana para Cienfuegos(6).
Tanto delirio de renovación preocupó a los emigrados revolucionarios quienes se encargaron de escribir en el periódico independentista Patria un llamado de alerta que vaticinaba que tanta novedad de ideas sobre la mujer, podía resquebrajar la moral religiosa, sobre todo si estas iban en ciclo:
"Ya se ha dicho que la bicicleta ocasiona tales degeneraciones que los aficionados a ese sport, poco a poco van acercándose al mono de Darwing y de Littre. No es menor la decadencia que produce a las mujeres, y he aquí lo que les predice un sabio inglés: la mirada se vuelve fija, los labios se deprimen, las manos se agrandan y enrojecen, los brazos se tornan musculosos y pierden sus curvas encantadoras, por último, los pies se abullan y se hacen deformes. Con tantos inconvenientes ¿Habrá aún muchachas que sueñen con las bicicletas? (7).
La posibilidad de replica con posiciones feminista ,condicionadas por las formas de expresión cultural y política subalternas de las mujeres cubanas ,en el contexto colonial fue llevado principalmente por escritoras e intelectuales capaces de convocar a un numero completo del influyente periódico El Fígaro del 24 de febrero de 1895, el editorial resumía el espíritu de sus autoras de esperar el momento propicio de derrumbar: “la muralla donde las leyes tiraron una línea entre el hombre y la mujer ,y sobre esa línea alzaron las costumbres... ” (8)
La escritora Aurelia Castillo, autora del mencionado editorial, argumenta en su texto que la división de la sociedad en espacios donde la mujer no participa y en las que solo el querrero hombre tiene participación “quien no paga su contribución de sangre, no puede tener voz ni voto en los destinos de la nación” (9)
Las new woman no son pretty
La ya legendaria canción “Pretty woman” del músico ingles Roy Orbison comteporaniza un viejo dilema sobre los paradigmas a seguir por una mujer que pretenda asumir el calificativo de bonita
El asumir las costumbres del modelo feminista norteamericano también tenia la nueva de asumir los estereotipos de belleza femenina, que se anteponían a la belleza criolla donde la mujer era aceptada como un “objeto de lujo y ostentación” (10)
Las criticas a los nuevos arquetipos norteños estaba muchas veces ligados con criticas nacionalista, lo que muchas hacia imposible deslindar los comentarios de carácter androcentristas,un ejemplo de ello es el comentario del columnista Luis Carbo titulado “Latas Pedagologicas”,donde se habla de la situación de inseguridad de los maestros cubanos ante el nuevo sistema de educación yanqui ,al final de su critica añade haciendo alusión a un maestro cubano ”¿Y si se enfada ?,que deje el puesto ,que vendrán a ocuparlo profesoras yanquis ,marimachos(new women) que americanizaran el país ,preparándolo suavemente para la anexión...” (11)
Los sueños en ruedas también estuvieron presentes pese a todas las críticas y lograron imponer una moda fomentada a partir de 1898 con la intervención norteamericana donde el estilo e imagen de la mujer yanqui fue utilizada como antimodelo femenino. La prensa habanera fue implacable con las new-women norteñas y uno de sus más importantes rotativos El Fígaro, de forma peyorativa, aseveraba: “... ¿Qué como se traduce libremente en idioma castellano el término de new-woman...? La traducción exacta en mi sentir es esta MARIMACHO" (12)
Algunas mujeres, sobre todo en La Habana, no hicieron caso al desenfreno conservador y practicaron sus ejercicios que en más de una ocasión causaban molestias y accidentes. Por este motivo se aprobó el 26 de enero de 1900 un decreto de la Alcaldía Municipal, autorizando a "señoras y señoritas a que transiten en bicicleta en la Avenida de Paula" (13)
No todo fue critica hacia el ciclismo, también hubo quien semióticamente lo interpretó como un rasgo de la modernidad, al añadir que "...con los automóviles y las bicicletas que lo cruzan, no parece que la Habana perteneciera por espacio de cuatrocientos años a la caduca España" (14)
La modernidad del nuevo siglo debía incluir que se borraran los arquetipos diseñados por la colonia española donde el ejercicio femenino no era muy bien asimilado. La irrupción significativa en 1900 de mujeres a los espacios públicos de la ciudad fue tomado como algo muy novedoso y seductor, pero la inmensa mayoría de la prensa se oponía a que fuera en bicicleta.
Otro artículo del rotativo El Fígaro del 1 de julio de 1900 clamaba porque las mujeres habaneras fueran a pie "prefiriéndolo a todas las comodidades" (15) o excentricidades de manera que al ir caminando por las calles de Obispo, San Rafael o El Prado el flirteo, que vivía momentos de gran apogeo, permitiría "el encuentro de dos miradas, en el choque de dos sonrisas" (16), en la que las habaneras encontrarían su galán.
Las reminiscencias para nuevos paradigmas de la mujer cubana, encontraron fuerte oposición en la inmensa población masculina y parte de la femenina que si bien admiraban algunos síntomas de prosperidad y modernidad con la cruzada norteamericana, no admitían otros valores que atentaran contra el poder hegemónico masculino.
Citas y notas
1-La carta de Antonia Martínez fue escrita en La Habana el 15 de noviembre de 1908 a María Collado.
Ver Archivo Nacional de Cuba (ANC), Fondo Donativos y Remisiones, Fuera de Caja No.68.
2-La que comentamos en este artículo es la que el autor ha oído desde su niñez, pero según se ha podido comprobar con otras personas que fueran encuestada para el trabajo como Ofelia Machado, mujer cubana de la generación nacida en los años cuarenta, este canto ha tenido algunas transformaciones.
3-Este artículo puede verse en “La Carta del Sábado" La Habana 29 de diciembre de 1894 en A.N.C, Fondo Donativos y Remisiones, Caja 428, Exp.3-a.
4-En la década del 90 en Cuba, se comenzó a nuclear alrededor de algunas intelectuales como Aurelia Castillo y María Luisa Dolz un grupo de mujeres iniciadoras del feminismo social.
Ver: González, Julio Cesar "Historia de la mujer en Cuba: del feminismo liberal a la acción política femenina" en Boletín del Archivo Nacional de Cuba, La Habana, Editora Política, 1998, pp.3-15.
5-En conversaciones con la socióloga Judith Astelarra de la Universidad Autónoma de Barcelona hemos podido debatir sobre algunos de estos aspectos. Ver: Astelarra, Judith. Participación Política del las mujeres, Madrid, Siglo Veintiuno, 1990.
6.- Esta proclama tenía otra serie de reivindicaciones que incluía el divorcio y el sufragio.
Véase "Club Esperanza del Valle" en ANC: Fondo Donativos y Remisiones Caja 279, exp.15.
7.-El periódico Patria pese a haber pertenecido a un partido democrático y renovador, no tuvo una posición de avanzada en la temática de la emancipación femenina.
Ver Patria, Nueva York, 8 de octubre de 1897.
8-Ver Castillo, Aurelia “Esperemos “en El Fígaro, La Habana, 24 de febrero de 1895 p.66
9- ídem
10-idem
11- Ver Carbo, Luis “Latas Pedagologicas” en El Fígaro, La Habana, 21 de enero de 1900
12- Este artículo fue escrito por Luis Carbó para una sesión del periódico denominado Intermezzo Cómico.
Ver El Fígaro, La Habana, 25 de junio de 1899.
13-Este decreto no fue el único que acordaría la Alcaldía Municipal para limitar el espacio público de las ciclistas.
Ver en A.N.C. La Gaceta, La Habana, 7 y 27 de junio de 1899 y 26 y 28 de enero de 1900.
14-Galvez, Wen. "Fe de vida" en El Fígaro, La Habana, 1 de julio de 1900.
15-"Las habaneras a pie" en El Fígaro, La Habana, 1 de julio de 1900.
16-Idem.
sábado, 28 de febrero de 2009
¿MODERNAS O TRANSGRESORAS? LAS MUJERES CUBANAS EN LOS ESPACIOS PUBLICOS 1895- 1902
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