Por Isabel María González Cruz,
Estudiante de Tercer Año de Sociología.
Universidad de la Habana
diciembre 2010
En la primera semana del pasado Abril, se jugó el importantísimo “clásico” de la Liga Española, entre los equipos: Real Madrid y Barcelona. Recibí una invitación para compartir ese momento con buenos amigos y como seguidora del futbol, aún con pocos conocimientos sobre este deporte, acepté, pues sentí sería un día muy agradable y por qué no, aprovecharía la oportunidad para integrarme y aprender algo más .El ambiente era de fiesta, como si se discutiera la “gran final del baseball cubano”, tema que tocaré más adelante, el lugar del encuentro para disfrutar del juego fue en el Bar-Cafetería del Hotel Universitario. Estaba lleno de hombres y recuerdo éramos 5 mujeres, algo que al inicio hizo me cohibiera pero después nos centramos en el partido y olvidé por completo todo lo que me rodeaba, llegué a sentirme parte del Estadio Bernabéu, era tanta la alegría en aquel pequeño lugar que nos trasladamos con facilidad.
Llegó Junio y el esperado Mundial de Fútbol, pude sentir esta espera hasta en mis compañeras, incluso ,cuando finalizó ,la sensación fue de nostalgia y tristeza porque un espectáculo tan especial lo extrañaríamos la mayoría .Es cierto, en los Cines la asistencia para ver los juegos era mayor en hombres que mujeres, pero sí me encontraba varias muchachas en ellos, pude ver en el público de los estadios de Sudáfrica presencia femenina en abundancia. En la Universidad de la Habana, amistades de ambos sexos recuerdo llevaban camisetas de sus equipos preferidos, es decir, siento que ha ido aumentando el interés en las mujeres por los deportes. Siguiendo el tema pero en uno diferente hay algo que me ha resultado curioso desde hace unos años, la cantidad de mujeres que les gusta el baseball ha crecido, lo siento así porque sí soy seguidora del mismo y he visitado varios estadios, hasta en uno de los más pequeños y no tan conocidos de Ciudad de La Habana como el “Changa Mederos” ha estado casi mitad y mitad entre mujeres y hombres, en juegos celebrados los Domingos por las tardes. Las razones de este aumento pueden ser varias, por ejemplo: la preferencia por algún jugador, que sean familiares o amigas de los deportistas, que sientan pasión por cualquier deporte y tengan conocimientos que les permitan llevar estadísticas disfrutar de un buen juego, he conocido amigas que lo hacen, entonces pueden ser muchas lo cierto es que ha aumentado y estoy segura seguirá sucediendo.
Hoy 29 de Noviembre de 2010 fue el primer encuentro entre los dos equipos que mencioné al inicio, del torneo de la Liga Española, el segundo al que asisto junto a mis compañeros. Esta vez las razones no cambiaron mucho, como me gustó aquella experiencia y tuvimos una tarde inolvidable, me invitaron nuevamente y ya, en estos momentos, no podría perderme “El Clásico”, mucho más por no perderme la compañía de este grupo excelente. Pero he encontrado una diferencia, en vez de 5 hoy éramos 13 mujeres, unas acompañando a sus parejas, dos trabajadoras del Bar o Cafetería del Hotel Universitario y compañeras de la Facultad. Además, supe desde hace 3 días que mi amiga de la infancia junto a sus compañeras, estudiantes de Psicología también irían a disfrutar del juego en el lobby de un Hotel del Vedado. Mientras caminábamos hacia nuestro destino, apresurándonos, porque es tan grande la pasión que casi todos los lugares se llenaban hasta dos horas antes del juego, pudimos ver en el Hotel Colina un grupo de jóvenes, la mayoría muchachos y pocas muchachas, esperando para entrar al Hotel. Quizás esto también llame la atención, lo común es ver a la juventud casi enloquecida por disfrutar de los partidos en Vivo, creo lo tienen ya por costumbre, es mejor verlos de esa forma que esperar la retransmisión otro día, vivir esos 90 minutos con gran intensidad como si fuesen los protagonistas. Lo que no sucede con las personas de mayor edad, imagino la razón que más pese sea por la responsabilidad de sus trabajos y a quienes les guste deben esperar otra ocasión para verlos. Otro aspecto importante es que para poder entrar al Hotel Universitario, Hotel Colina, Centro Vasco y ver los partidos, sea cual sea, se debe pagar un cover y no todos pueden hacerlo, aunque hoy pude presenciar una conversación entre dos de mis amigos y uno de ellos aclaró que por lo que le gusta paga lo que sea y si es por el fútbol, sin pensarlo.
En la esquina del Hotel Universitario hay una Escuela Primaria que lleva por nombre: José Martí y desde que nos vieron coreaban: Barca, Barca, incluyendo niñas y niños.
Dentro del lugar sigue el ambiente de fiesta, no han cambiado mucho las cosas desde la primera vez, reconocí las caras de varios fanáticos de ambos equipos que en Abril estaban allí, parecen visitar el lugar con frecuencia, sin importar rivalidades, se saludan entre ellos, como si esos encuentros fuesen a repetirse una y otra vez y se les ve contentos por ello.
Han sido momentos que no se borrarán, a los que a partir de ahora prestaré más atención, de ellos mucho se puede extraer
sábado, 4 de diciembre de 2010
Masculinidades y feminidades: ¿igual pasión por el deporte?
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