La tendencia de
saludarse con un beso en la mejilla
aumenta entre los hombres cubanos sin unificación de criterios en cuanto
al origen de la práctica.
Por Junior Smith Rodríguez,
Estudiante de primer año de Periodismo.
Facultad de Comunicación.
Universidad de la Habana.
Los
seres humanos se saludan de diferentes maneras. En casi todo el mundo darse la
mano es una forma de mostrar fraternidad y respeto; en Oceanía, por ejemplo, es
común frotarse la nariz; los asiáticos evitan
tener contacto físico; y en
algunas regiones de África, como Malawi, chocar los penes es considerado cortés. Pero, cuando se trata de besarse, una
práctica empleada por los humanos y otras muchas especies animales, hay una
extensa serie de discusiones alrededor
del tema.
Muchos
sostienen que mediante un beso, una
persona invade el espacio vital de la otra y se queda allí por un segundo.
Entonces, puede sentir desde su perfume, su buen o mal aliento, la suavidad o
aspereza de la piel de sus mejillas y hasta meter la nariz entre sus cabellos.
Otros, basados en conceptos machistas
que por años han estado presentes en sus culturas, plantean que el beso es una
práctica destinada solo a las mujeres o a estas con los hombres, nunca entre
los hombres con sus congéneres.
Criterios a favor, criterios en contra, el ósculo
gana espacio en lo que se cataloga como modernidad, y ha logrado establecerse
en sociedades tan disímiles como la italiana, la rusa y la argentina,
combatiendo, incluso, cruzadas antibesos en muchos de estos lugares.
En Cuba, donde el machismo y los más arcaicos
conceptos de masculinidad y virilidad han sobrevivido campañas educacionales y
feministas, también llegó el ósculo como forma de saludo y parece que para
quedarse.
Es
frecuente ver en las calles habaneras e, incluso en pueblos rurales de otras provincias,
a jóvenes y no tan jóvenes saludándose cordialmente con un beso. Quizá usted se
pregunte: ¿Cómo logró establecerse esta tendencia en una sociedad tan prejuiciada
y machista? ¿Será que esta “práctica moderna” está desplazando a los
archiconocidos tabúes de masculinidad cubanos? ¿Son los jóvenes de hoy, esos
que habitualmente rozan mejillas con labios, menos “hombres” que los del pasado siglo?
Creo
que….
No
hay un consenso en cuanto a la procedencia del beso entre los hombres. Algunos
asocian esta práctica con saludos religiosos, otros con comportamientos marginales, y los más asépticos, con el homosexualismo u «otra
de las tantas corrupciones de la contemporaneidad». Lo cierto es que nadie se
adjudica la paternidad del beso entre
hombres en la sociedad cubana.
“Estuve
muchos años andando con abakuás. Observaba que habitualmente se besaban con sus
hermanos de religión y con personas a las que consideraban fuertes amigos. Por
la admiración que les tenía y por lo novedoso de la práctica, comencé a saludar de esa forma. Sin embargo,
no puedo asegurar que ellos lo hayan introducido en Cuba”, declara Julio César
Cámbara Villa, de 24 años, residente en San Miguel del Padrón.
Fidel
Zaldívar Alfonso, abakuá y creyente de otras religiones yorubas, manifiesta que
la práctica no proviene su secta. “Lo que pasa es que tenemos saludos secretos
que los no practicantes han intentado descubrir
durante años. Que muchos de nosotros se besan entre ellos y a sus amigos, es
cierto. Pero se besan como lo hace cualquier persona, no porque sean abakuás”.
Reynaldo
Rodríguez Petitón, de 53 años, gastronómico del cabaret Tropicana señala: “Eso
es chabacanería y vulgaridad. Los hombres decentes, de buena educación y
familia, no usan este tipo de saludo. A
los que se le ve basándose es a esos
jovencitos que se creen guapos y tratan de probarle a todo el mundo que
lo son”.
Desmintiendo
esta teoría, Caleb Green Naite, de 20 años, residente de San Miguel del Padrón,
comenta: “Aquí las personas se besan, sobre todo, por moda. Yo mismo no puedo recordar
el día en que por primera vez saludé a
un hombre con un beso en la cara, mas sí puedo decir que lo hice porque otros
lo hacían, porque está en «la onda»”.
Una
de las razones por las que se cree que esta tendencia se ha disparado es debido
al hábito de los jugadores de fútbol de besarse cuando meten un gol o salen de
cambio. Esto posiblemente ha hecho aceptable la práctica entre los jóvenes
cuyos modelos a seguir son estos deportistas.
Según
estudios realizados en el Reino Unido, el 95% de los estudiantes atletas
británicos ha besado a otro hombre, circunstancia no tan extraña si tenemos en
cuenta que los atletas pasan mucho tiempo juntos en equipos fraternales y se
sienten cómodos con sus cuerpos.
“Esto nada tiene que ver con conductas
homosexuales. De hecho, asociar una cosa con la otra es una muestra de
homofobia. Nadie es más o menos hombre por besar o no a otra persona”, sentencia
Misladys Lara Cuesta, Psicóloga y Máster en Sexología.
Con
el ósculo, las diferencias
Muchos
cubanos de viejas generaciones no se identifican con esa modalidad saludo entre hombres y se extrañan de
la forma en que este se ha expandido entre lo jóvenes.
“En
mis tiempos no era así. Yo no se qué ha pasado con las buenas y correctas
maneras de saludarse. Antes los hombres se daban la mano, una forma afable, respetuosa y cordial de
saludarse; ahora, están con el besuqueo ese que parecen mujeres. Todo el
respeto y la hombría se ha perdido”, apuntó Ernesto Smith Conwell, de 89 años.
Jorge
Chirino, profesor de Filosofía de la Facultad de Artes y Letras de la
Universidad de la Habana (UH), comenta: “durante mi infancia mi padre me decía
que a los hombres no solo se les da la
mano, sino que se le aprieta, para que vean que están saludando a un hombre.
Esto también se ha perdido”.
Quizás
dé la impresión de haber unidad de criterios -en este caso, negativos-respecto
a la tendencia, pero…. ¿todos están en
desacuerdo?
“A
mi no me importa lo que digan. ¡Ojalá yo tuviera la edad de ustedes! Si en mi
tiempo hubiese todas las libertades que hay ahora, hiciera lo mismo o más. Nosotros estábamos
muy reprimidos y respondíamos a una serie de convencionalidades absurdas que no
dejaron a los jóvenes de mi generación disfrutar de la vida o la sexualidad a
plenitud”, confiesa Lidia Esther Antúnez Frías, de 85 años.
Teresa
Díaz, Socióloga de la UH, planteó que no
se puede obviar que los jóvenes, en la búsqueda de su identidad personal,
emplean métodos que pueden ser chocantes para sus antecesores, pero estos simplemente los hace semejantes a su
época. “Tan insólito puede resultar el beso de hoy como lo fueron los hippies,
el uso de lycras, o la furia por los Beatles en su momento”, afirmó la
especialista.
Y…
¿qué piensan las chicas actuales del nuevo saludo masculino?
“No
soporto ver dos hombres besándose. ¿Qué es eso, por Dios? A mi me gustan los
machos, varones, masculinos y los que lo son de verdad no andan por ahí besando
otros varones”, opinó Julia Iris Proenza Rodríguez, profesora de
Secundaria Básica, de 21 años.
Mariateresa
Chavelis Hernández, estudiante de Periodismo de la UH, reveló que no le
resulta mal. “Simplemente lo ignoro. No es algo en lo que repare. De hecho…, no
me he fijado si mi novio lo hace. Me voy a poner para eso”, aseveró.
La sinceridad del beso masculino
Los
defensores de este tipo de saludo refieren que hay más expresión de afecto y
cordialidad en el beso de los hombres que en el de las mujeres. Se basan en que
las féminas saludan de esta forma a todo el mundo, conocidos y no; mientras los varones, solo lo hacen con
aquellos a los que consideran grandes amigos o casi familia.
“Al
único hombre que yo beso fuera de mi familia es mi mejor amigo. Él y yo hemos
pasado las buenas y las malas, estudiamos juntos desde la primaria y lo considero
un hermano, dice Yoval Oliva Pablo, de 32 años.
“A
mí, en lo particular, no me gusta. Mas, tengo un par de amigos que lo hacen y
me da pena requerirlos porque son buenas personas y les tengo aprecio. Casi se puede decir que me exigen besarlos y
accedo porque los quiero mucho. Fuera de ellos no beso a más nadie. ¡La mano
para todo el mundo!”, manifestó Jorge Irel Calvo Villalón,
de 23 años.
Roberto Carballo Lovaina, de 22 años, mostró
su renuncia total a la tendencia de saludo masculino. “Con un beso Judas
Iscariote traicionó a Jesús, su maestro.
Para querer, de verdad, no hace falta tanto baboseo. El beso no demuestra solo
afecto, también puede denotar hipocresía o traición”, afirmó.
¿Y si es en la boca?
Si
el simple roce de mejillas es capaz de provocar tales polémicas, ¿cuán
arriesgado puede ser dar un paso más allá?
Un
estudio, también en Reino Unido, dio cuenta de que gran parte de los adolescentes heterosexuales
besan a sus amigos, y a casi nadie le parece insólito. En 145 universidades y escuelas
preparatorias británicas se encontró que el 89% de los estudiantes había besado
en algún momento a un estudiante heterosexual en los labios. Asimismo, un 37%
se había envuelto en besos sostenidos con otro hombre, y ninguno de los
consultados se definió como homosexual.
Bryan Taylor Reverón, estudiante de
primer año de Ingeniería Industrial en el
Instituto Superior Politécnico José Antonio Echevarría (CUJAE), confesó haber besado en la boca a más de un hombre y aún así se considera
totalmente heterosexual.
“La
primera vez que lo hice -dijo-, habíamos
salido de paseo mi novia, otra pareja de amigos y yo. En un momento de risas y
chistes, a mi prometida y su amiga se les ocurrió que resultaría gracioso
vernos a nosotros, los varones de las parejas, dándonos un beso en los labios.
Nosotros, desprejuiciados totalmente, lo hicimos para complacerlas. Así fue:
sin premeditación ni consecuencias sexuales posteriores”.
“Después de eso, se ha convertido en una
práctica común. Lo uso para ganar apuestas, para impresionar a las chicas e,
incluso, para enojar a algún amigo al que le doy un beso en los labios sin su
previo consentimiento. No lo hago con
cualquier persona, solo con aquellos de cuya heterosexualidad estoy seguro y con quienes media una gran
confianza”, agregó.
Bryan
dice estar convencido de que muchos piensan que él es homosexual, mas asegura
no importarle. “Soy tan hombre como cualquiera y puedo besar a mis amigos en la boca sin
cuestionarme, para nada, mi orientación sexual”, concluye.
Besando
al machismo
Al
parecer, esta arista del asunto no es muy bien vista a través del tamiz del
machismo cubano, que afecta hasta las personas que supuestamente están más
alejadas de él.
“Soy homosexual y ya había besado en
los labios a varios hombres cuando vi, por primera vez, a dos de ellos
besándose. Para mi fue una experiencia muy desagradable, sentí asco, repulsión.
Después me acostumbré, pero no he podido olvidar aquella experiencia”, manifestó
un joven de 27 años, en condición de anonimato.
Entonces,
¿son menos machistas o están más alejados de los preceptos masculinos de
nuestra sociedad aquellos que se besan en el rostro?
Julio César González Pagés, Doctor en ciencias históricas y coordinador de las Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades, sentenció
que esos mismos hombres que con suma
naturalidad se besan en la mejilla, son los que al llegar a sus casas incurren
todavía en actos tan deplorables del machismo como el abuso físico y verbal de
sus esposas, los responsables de que el 97 por ciento de
las mujeres cubanas haya sido, en algún momento, víctima de una agresión por
parte de un masturbador en las calles.
“Los
hombres no son menos machistas porque se besen. Muestra de ello es que esa
práctica fue símbolo, por muchos años, de sociedades tales como las mafias italianas, donde no permitían
la entrada a mujeres. En Cuba, continúan en los jóvenes los prejuicios que
había 30 años atrás, solo que han sufrido cambios que en realidad no son
profundos, sino que se quedan en la epidermis de la sociedad”, acotó el también
autor del libro Macho, varón, masculino.Estudios de Masculinidades en Cuba
“Somos igual de machistas, pero con otra forma
de socialización. El machismo en nuestro país
vive y sobrevive con una salud envidiable y lo hará, por lo menos, por
100 años más”, concluyó.
Teresa Díaz, especialista en ética y
pensamiento feminista, comenta que de todas las formas vistas, esta práctica
muestra una feminización del pensamiento de los jóvenes cubanos.
“Al hombre cubano le hace falta
feminizarse aun más. Y no tiene nada que ver con formas de vestir u orientaciones sexuales, sino que está
relacionado con la manera de pensar, la actitud ante la cría y la atención de
los hijos, las responsabilidades con el hogar y la familia. Esta tendencia
apunta hacia un desarrollo en este sentido, aunque sea muy lento”, aseveró Díaz.
El futuro del beso
Sin un consenso sobre el origen de
esta práctica y su forma de evidenciarse en nuestra sociedad, no se sabe cuál
será la forma en que se saluden las venideras generaciones de cubanos.
De 50 jóvenes interrogados para este
trabajo, que practican habitualmente esta forma de saludo, 47 afirmaron que le enseñarían a sus hijos lo que
es “normal”: «a los hombres se le da la mano». Solo tres
dijeron que les mostrarían las dos opciones y les dejarían que
escogieran lo que consideraran mejor.
Este sondeo de opinión muestra que más
allá de lo aparentemente moderno del pensamiento y lo alejado de convencionalismos y prejuicios que están los
jóvenes que se topan las mejillas, las
raíces del machismo y los conceptos de virilidad y masculinidad, supuestamente
enterrados en un distante pasado, se hallan aun muy arraigados en la vida e ideología de los cubanos.
“No, no. A mi chama yo le digo que a los
hombres: la mano, por supuesto. El besito es para las hembras. No se le puede
dar libertad porque después se te desvía. Yo sí lo puedo hacer y él, cuando sea
grande y sepa diferenciar lo bueno de lo malo, si quiere que lo haga, pero que
no sea porque yo se lo enseñé”, expresó Julio César Cámbara Villa.
Entonces, ¿haz lo que yo digo y no lo
que hago?.... ¿Usted qué decide: el beso o la mano?
2 comentarios:
Comprender una práctica social, que entre otras cosas pasa por la moda, es muy difícil. Creo que la cuestión del beso entre los hombres cubanos, están más allá de una confrontación con la homosexualidad.
Me sorprende que nadie haya opinado sobre los besos entre padres e hijos varones, que en la mayoría de las veces desaparece, pero que en otras no.
Mucho antes que el beso entre hombres se pusiera de moda, siempre he visto en Cuba, padres que saludaban a sus hijos varones ya grandes con besos.
Si se sale un poco más de la Habana, se costatará que los besos entre padres e hijos varones, aunque en menores escalas siempre han existido.
Además, no se trata solo de besos, los abrazos como saludos entre hombres cubanos están muy extendidos y mucho más que los besos.
Que la sociedad cubana es muy machista, no se puede negar, pero el machismo en Cuba ha permutado tanto, como lo ha hecho el racismo.
Con lo cual quiero enfatizar, que entre los machismos, si perder la esencia, existen muchos matices, como existen en los racismos.
En fin, besos, abrazos, pueden responder a prácticas tan arraigadas en las relaciones padres-hijos varones, como a modas que proviene también del mundo del rap, en el que los abrazos y besos entre hombres también son muy frecuentes.
folilo.
ESO ES UNA MARICONADA,ENTRE HOMBRES ASI SEA A CUALQUIER EDAD, ÚNICAMENTE SE DEBE SALUDAR CON LA MANO, HOMBRE CON MUJER SE DEBE SALUDAR DE MANO O CON BESO EN LA MEJILLA, MUJER CON MUJER: MANO O BESO EN LA MEJILLA
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