Por: Susana Méndez Muñoz
La Tercera Jornada Cubana de Estudios de Masculinidades
fue clausurada en la Casa del Alba Cultural de la Habana, luego de dos días de sesiones de análisis y
reflexión de temas referidos al eje central Masculinidades y salud.
En esta última parte del encuentro, organizado por la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades, se destacó la presentación del documental Mírame, mi amor, de la realizadora Marylin Solaya y la intervención especial del doctor Juan Guillermo Figueroa, del Colegio de México, autor de numerosos textos relativos al tema de las masculinidades.
Mírame, mi amor, incluye testimonios de víctimas y victimarios, así como entrevistas a psicólogos y jurídicos, sobre el tema de los masturbadores y exhibicionistas públicos, vistos como un trastorno de la sexualidad y de la conducta.
El doctor Julio César González Pagés, coordinador general de la RIAM expresó "es un documental del año 2002 no exhibido en los medios oficiales por prejuicio, porque aunque existe conciencia de que el tema que trata es un problema social, que es un problema de violencia, algunos prefieren no involucrarse en esta temática".
El profesor González Pagés hizo un llamado a los diferentes medios de comunicación, "que nos ayuden con esta divulgación porque si hay medios que se otorgan el derecho de la censura de un audiovisual, yo creo que nosotros tenemos el derecho de la visualidad porque no creo que sea la política del estado pero sí la interpretación que cada cual hace de las políticas; me parece bochornoso que esto que vamos a ver hoy no se haya exhibido".
Terminada la proyección un panel en el que intervinieron la cineasta, la doctora Beatriz Torres, Rochy Ameneiro y el profesor González Pagés, debatió el asunto Masculinidades y masturbadores públicos, a partir de la interrogante ¿parafilia o violencia sexual contra las mujeres.
La directora del audiovisual comentó "de todos mis documentales éste es el más necesario; la idea salió de mi propia experiencia personal y de las de todas las personas con las que me relacionaba; mis colegas dicen que es un documental muy malo, yo lo sigo queriendo mucho; este es un documental para comunicar una realidad oculta".
Como parte de la investigación para la realización del documental, que fue producido por el ICAIC se realizaron 2000 encuestas; el 97 por ciento de las encuestadas respondieron que en algún momento de sus vidas habían sido víctimas de una agresión sexual de masturbadores públicos y el 62 por ciento dijo que habían sido agredidas en varias ocasiones, cifras que son absolutamente alarmantes y que demuestran que algo anda mal en la prevención del fenómeno.
Por su parte la doctora Beatriz Torres, una de las entrevistadas en el filme, reconoció su vigencia y planteó que generalmente los pacientes que acuden a consulta en busca de ayuda para la parafilia son o llevados por sus parejas o porque están pendientes de un proceso judicial y van a buscar un aval sobre su criterio de “anormalidad” que lo ayude en dicho proceso.
Llamó la atención acerca de que existe como una naturalización de los espacios "las personas saben cuáles son las zonas de masturbadores no solo en La Habana si no también en otras provincias, sin embargo no se hace nada contra eso.(…) estas actitudes están teniendo un impacto violento en la vida, en la psicología y en el bienestar de las mujeres y de los hombres asociados a las agredidas; es necesario romper la naturalización de esos espacios, lo cual es algo crucial y esto hay que hablarlo y los medios tienen que orientar a la población", consideró la especialista quien reclamó una mirada más profunda hacia este fenómeno ya que no todos los masturbadores son parafílicos.
El doctor González Pagés señaló que en este sentido es necesaria una militancia social no solo de las mujeres, "yo creo que hay que unir esfuerzos, hay instituciones que podemos trabajar desde la prevención; lo que en otro momento estaba situado en un sector minoritario ahora ha aumentado y ha bajado el promedio de edad lo cual se ha comprobado a través de estudios sociológicos y antropológicos que hemos llevado a cabo".
En el debate intervinieron algunos participantes desde el público los que se refirieron a la necesidad de reprimir estos comportamientos lo cual tiene que ver con las leyes y con la necesidad de modificar éstas; igualmente se señaló que debe existir una estrecha relación entre las instituciones de salud mental, la PNR, los psicólogos, los medios de comunicación, y un accionar de los ciudadanos comunes para una necesaria militancia de activismo social para evitar estas agresiones que las mujeres padecen como nefasto legado de su sexo.
Como dato curioso el profesor Julio César recordó que existen documentos de 1881 que contienen información acerca de las denuncias de vecinos de La Habana acerca de la existencia de masturbadores en el parque de La India; "si unimos todas las denuncias vamos a encontrar que son millones de mujeres las que en nuestro país han sido agredidas históricamente, fenómeno que tiene que ver con la cultura de la masculinidad, del machismo".
"Es necesario que ahora que está próxima a celebrarse la Jornada Nacional por la no violencia hacia las mujeres, este flagelo público que sufren las mujeres en Cuba, por un problema de dignidad lo empecemos a combatir desde el conocimiento, a través de los audiovisuales; desde la próxima semana el documental va a estar disponible en el canal de videos de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades".
La realizadora de Mírame, mi amor declaró " sigo pensando que este fenómeno tiene que ver con la herencia cultural de nuestros pueblos, con nuestra sociedad machista y profundamente patriarcal, de ahí sale todo; esta sociedad patriarcal victimiza a los hombres ya que todo el tiempo tienen que demostrar que son machos, varones, masculinos y llega el momento en que se enferman, y por eso estamos aquí".
Por su parte el doctor Juan Guillermo Figueroa Perea, autor de diversos textos sobre la temática de las masculinidades, propuso algunas reflexiones sobre reproducción, salud y sexualidad y tomando como ejes centrales comportamiento reproductivo, sexualidad y varones.
El profesor Figueroa inició su presentación al subrayar: " una de las lógicas que el patriarcado ha trasmitido a nuestros modelos de aprender a ser hombres y mujeres es que en el caso de los hombres muchísimos hemos aprendido que la sexualidad es parte esencial de nuestra identidad y no únicamente una sexualidad en abstracto, sino una sexualidad competitiva, violenta, impositiva".
Analizó asimismo que muchos hombres mueren por asumir actitudes temerarias, de competencia, de violencia y que aunque el derecho a la salud supone cierta lógica de autocuidado este no puede esperarse de un modelo de socialización que estimula, presiona y obliga a competir todo el tiempo.
Otra contradicción que enunció el profesor Figueroa es el hecho de que todos los indicadores demográficos de fecundidad se refieren a las mujeres, no miden la tasa de fecundidad para los hombres y no tienen en cuenta los riesgos asociados a las características de los padres; la Organización Mundial de la Salud conceptúa los embarazos de altos riesgos a partir de las características de las mujeres y obvia las de los hombres.
Mencionó también las principales causas de muerte de los hombres jóvenes en casi todos los países del mundo: accidentes, homicidios, VIH SIDA, cirrosis hepática y suicidios, las cuales no coinciden con las causas por las que mueren las mujeres; consideró que motiva esta realidad « la forma en que aprendimos a ser hombres», así como los referentes simbólicos que han legitimado este aprendizaje.
Explicó que es muy complicado asociar al hombre al concepto de salud reproductiva sin antes cuestionar el concepto de reproducción generalizado que toma como referente solo a las mujeres; "necesitamos evidenciar las relaciones de poder que entran en juego, las identidades de género que entran en juego, si no, vamos a seguir pesando que los hombres somos una variable secundaria de la reproducción", señaló.
El profesor Figueroa opinó que la homofobia provoca un alejamiento afectivo del hombre con respecto a otros hombres, "lo que genera una profunda soledad; ese distanciamiento también provoca un temor hacia cierto tipo de contacto físico lo cual se asocia a la negativa de acceder al diagnóstico del cáncer de próstata", apuntó.
Hacia el final de su conferencia el intelectual mexicano significó: "La lógica de violencia como parte de la forma de proyectar la sexualidad que aprendemos los hombres ¿la tenemos consiente?, ¿nos hemos puesto a pensar lo que sienten las mujeres ante el riesgo de ser agredidas?; yo creo que uno de los elementos impresionantes de la sexualidad masculina es que a pesar de todo se vive de manera solitaria y silenciosa".
Ver http://www.cubarte.cult.cu/periodico/noticias/167083/167083.html
En esta última parte del encuentro, organizado por la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades, se destacó la presentación del documental Mírame, mi amor, de la realizadora Marylin Solaya y la intervención especial del doctor Juan Guillermo Figueroa, del Colegio de México, autor de numerosos textos relativos al tema de las masculinidades.
Mírame, mi amor, incluye testimonios de víctimas y victimarios, así como entrevistas a psicólogos y jurídicos, sobre el tema de los masturbadores y exhibicionistas públicos, vistos como un trastorno de la sexualidad y de la conducta.
El doctor Julio César González Pagés, coordinador general de la RIAM expresó "es un documental del año 2002 no exhibido en los medios oficiales por prejuicio, porque aunque existe conciencia de que el tema que trata es un problema social, que es un problema de violencia, algunos prefieren no involucrarse en esta temática".
El profesor González Pagés hizo un llamado a los diferentes medios de comunicación, "que nos ayuden con esta divulgación porque si hay medios que se otorgan el derecho de la censura de un audiovisual, yo creo que nosotros tenemos el derecho de la visualidad porque no creo que sea la política del estado pero sí la interpretación que cada cual hace de las políticas; me parece bochornoso que esto que vamos a ver hoy no se haya exhibido".
Terminada la proyección un panel en el que intervinieron la cineasta, la doctora Beatriz Torres, Rochy Ameneiro y el profesor González Pagés, debatió el asunto Masculinidades y masturbadores públicos, a partir de la interrogante ¿parafilia o violencia sexual contra las mujeres.
La directora del audiovisual comentó "de todos mis documentales éste es el más necesario; la idea salió de mi propia experiencia personal y de las de todas las personas con las que me relacionaba; mis colegas dicen que es un documental muy malo, yo lo sigo queriendo mucho; este es un documental para comunicar una realidad oculta".
Como parte de la investigación para la realización del documental, que fue producido por el ICAIC se realizaron 2000 encuestas; el 97 por ciento de las encuestadas respondieron que en algún momento de sus vidas habían sido víctimas de una agresión sexual de masturbadores públicos y el 62 por ciento dijo que habían sido agredidas en varias ocasiones, cifras que son absolutamente alarmantes y que demuestran que algo anda mal en la prevención del fenómeno.
Por su parte la doctora Beatriz Torres, una de las entrevistadas en el filme, reconoció su vigencia y planteó que generalmente los pacientes que acuden a consulta en busca de ayuda para la parafilia son o llevados por sus parejas o porque están pendientes de un proceso judicial y van a buscar un aval sobre su criterio de “anormalidad” que lo ayude en dicho proceso.
Llamó la atención acerca de que existe como una naturalización de los espacios "las personas saben cuáles son las zonas de masturbadores no solo en La Habana si no también en otras provincias, sin embargo no se hace nada contra eso.(…) estas actitudes están teniendo un impacto violento en la vida, en la psicología y en el bienestar de las mujeres y de los hombres asociados a las agredidas; es necesario romper la naturalización de esos espacios, lo cual es algo crucial y esto hay que hablarlo y los medios tienen que orientar a la población", consideró la especialista quien reclamó una mirada más profunda hacia este fenómeno ya que no todos los masturbadores son parafílicos.
El doctor González Pagés señaló que en este sentido es necesaria una militancia social no solo de las mujeres, "yo creo que hay que unir esfuerzos, hay instituciones que podemos trabajar desde la prevención; lo que en otro momento estaba situado en un sector minoritario ahora ha aumentado y ha bajado el promedio de edad lo cual se ha comprobado a través de estudios sociológicos y antropológicos que hemos llevado a cabo".
En el debate intervinieron algunos participantes desde el público los que se refirieron a la necesidad de reprimir estos comportamientos lo cual tiene que ver con las leyes y con la necesidad de modificar éstas; igualmente se señaló que debe existir una estrecha relación entre las instituciones de salud mental, la PNR, los psicólogos, los medios de comunicación, y un accionar de los ciudadanos comunes para una necesaria militancia de activismo social para evitar estas agresiones que las mujeres padecen como nefasto legado de su sexo.
Como dato curioso el profesor Julio César recordó que existen documentos de 1881 que contienen información acerca de las denuncias de vecinos de La Habana acerca de la existencia de masturbadores en el parque de La India; "si unimos todas las denuncias vamos a encontrar que son millones de mujeres las que en nuestro país han sido agredidas históricamente, fenómeno que tiene que ver con la cultura de la masculinidad, del machismo".
"Es necesario que ahora que está próxima a celebrarse la Jornada Nacional por la no violencia hacia las mujeres, este flagelo público que sufren las mujeres en Cuba, por un problema de dignidad lo empecemos a combatir desde el conocimiento, a través de los audiovisuales; desde la próxima semana el documental va a estar disponible en el canal de videos de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades".
La realizadora de Mírame, mi amor declaró " sigo pensando que este fenómeno tiene que ver con la herencia cultural de nuestros pueblos, con nuestra sociedad machista y profundamente patriarcal, de ahí sale todo; esta sociedad patriarcal victimiza a los hombres ya que todo el tiempo tienen que demostrar que son machos, varones, masculinos y llega el momento en que se enferman, y por eso estamos aquí".
Por su parte el doctor Juan Guillermo Figueroa Perea, autor de diversos textos sobre la temática de las masculinidades, propuso algunas reflexiones sobre reproducción, salud y sexualidad y tomando como ejes centrales comportamiento reproductivo, sexualidad y varones.
El profesor Figueroa inició su presentación al subrayar: " una de las lógicas que el patriarcado ha trasmitido a nuestros modelos de aprender a ser hombres y mujeres es que en el caso de los hombres muchísimos hemos aprendido que la sexualidad es parte esencial de nuestra identidad y no únicamente una sexualidad en abstracto, sino una sexualidad competitiva, violenta, impositiva".
Analizó asimismo que muchos hombres mueren por asumir actitudes temerarias, de competencia, de violencia y que aunque el derecho a la salud supone cierta lógica de autocuidado este no puede esperarse de un modelo de socialización que estimula, presiona y obliga a competir todo el tiempo.
Otra contradicción que enunció el profesor Figueroa es el hecho de que todos los indicadores demográficos de fecundidad se refieren a las mujeres, no miden la tasa de fecundidad para los hombres y no tienen en cuenta los riesgos asociados a las características de los padres; la Organización Mundial de la Salud conceptúa los embarazos de altos riesgos a partir de las características de las mujeres y obvia las de los hombres.
Mencionó también las principales causas de muerte de los hombres jóvenes en casi todos los países del mundo: accidentes, homicidios, VIH SIDA, cirrosis hepática y suicidios, las cuales no coinciden con las causas por las que mueren las mujeres; consideró que motiva esta realidad « la forma en que aprendimos a ser hombres», así como los referentes simbólicos que han legitimado este aprendizaje.
Explicó que es muy complicado asociar al hombre al concepto de salud reproductiva sin antes cuestionar el concepto de reproducción generalizado que toma como referente solo a las mujeres; "necesitamos evidenciar las relaciones de poder que entran en juego, las identidades de género que entran en juego, si no, vamos a seguir pesando que los hombres somos una variable secundaria de la reproducción", señaló.
El profesor Figueroa opinó que la homofobia provoca un alejamiento afectivo del hombre con respecto a otros hombres, "lo que genera una profunda soledad; ese distanciamiento también provoca un temor hacia cierto tipo de contacto físico lo cual se asocia a la negativa de acceder al diagnóstico del cáncer de próstata", apuntó.
Hacia el final de su conferencia el intelectual mexicano significó: "La lógica de violencia como parte de la forma de proyectar la sexualidad que aprendemos los hombres ¿la tenemos consiente?, ¿nos hemos puesto a pensar lo que sienten las mujeres ante el riesgo de ser agredidas?; yo creo que uno de los elementos impresionantes de la sexualidad masculina es que a pesar de todo se vive de manera solitaria y silenciosa".
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