jueves, 20 de enero de 2011
“Del feminismo a la masculinidad. El género según Macho, varón, masculino: estudios de masculinidades en Cuba”
Por Dayron Oliva Hernández.
Red Iberoamericana de Masculinidades
Comprender al antropólogo Mathew C. Guttman cuando expresó que de no haber sido por los estudios feministas los estudios sobre masculinidad no existirían, es delinear el recorrido consecuente y, sui géneris, del Dr. Julio César González Pagés en su fructífero quehacer científico y académico, que por más de veinte años ha desarrollado y abierto un camino -no libre de obstáculos- a los estudios de género en Cuba. Al mismo tiempo, nos ayuda a entender el por qué de su última obra: Macho, varón, masculino: estudios de masculinidades en Cuba, y el significado de que haya dado luz bajo el sello de la Editorial de la Mujer.
Fruto de talleres, conferencias, y de la experiencia académica de la Red Iberoamericana de Masculinidades -surgida en el año 2007 y considerada uno de los “men’s studies” en activo más importante- llevadas a cabo por González Pagés; Macho, varón, masculino denota algo más que la madurez intelectual y la labor investigativa de este autor. Viene a llenar no solo un vacío dentro de la producción teórica e historiográfica de las Ciencias Sociales y los estudios de género en Cuba, sino que salda una necesidad de ampliar el horizonte de lo que González Pagés definió como la escuela cubana de género, al entregarle la primera sistematización sobre estudio de varones y masculinidades.
Si bien los estudios feministas diseñaron un modelo analítico que sirve para detectar cómo a través de la construcción cultural dicotómica de la diferencia sexual se estructuró la desigualdad de toda índole entre mujeres y hombres, en especial cómo la constreñida noción de feminidad significó opresión y subordinación de la mujer; con Macho, varón, masculino, González Pagés acierta en su intención de ubicar esta problemática desde el universo de los hombres y sus masculinidades, y tratar –a partir de un espíritu interdisciplinario que integra las perspectivas histórica, sociológica y antropológica-, las implicaciones socioculturales de los elementos que contribuyen al dominio de lo masculino como los mitos, el patriarcado, la violencia, la masculinidad hegemónica, el poder, entre otros.
Con adentrarnos en la obra, y percibir la forma en que se confeccionó la estructura temática, el autor advierte la manera y los escenarios constitutivos en que se puede organizar la masculinidad a nivel político, social y cultural por medio del feminismo, la violencia, sexualidad, paternidad y migración; y, nos brinda las herramientas para identificar los mecanismos y los significados sobre los que se configura lo masculino, con el objetivo de visualizar los componentes que influyen en un orden de género desigual no solo para las mujeres en comparación con los hombres, sino para los propios hombres que, dada la interacción con otras categorías como clase, raza, opción sexual o nacionalidad, no cumplen con las normativas tradicionales del patrón hegemónico de la masculinidad.
Para quien conozca la trayectoria investigativa y académica del profesor Julio César –como cariñosamente se le respeta-, para quien haya tenido el privilegio de haber sido su estudiante, o haber estado en algunas de sus conferencias y talleres; leer cada página de Macho, varón, masculino es como estar escuchándolo con la lucidez que siempre le caracteriza, en su afán de hacernos entender cómo funciona la construcción social y las relaciones de género, así como la urgencia de estudiar el género desde las mujeres, los hombres y las relaciones entre sí.
Es justo señalar también, que esta obra es un ejemplo de cómo su pródiga vocación de profesor y tutor de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana, ha seguido el principio de la inclusión y de preparar a las futuras generaciones de profesionales. De ahí que en muchos de los capítulos y en los temas abordados, se incluyan a los jóvenes investigadores que han trabajado como parte de un equipo.
Sin lugar a dudas, Macho, varón, masculino es una aproximación diferente, pero no menos oportuna, a cómo se ha constituido la sociedad, cultura y nación cubana. Más que un texto de contenido teórico, su leguaje está escrito para sentirse, no importa la persona, es para todos y todas, porque ayuda a comprendernos como mujeres y hombres en constante interacción, a partir de los significados de la tríada de la violencia para la masculinidad y los hombres, como seres sexuados, padres y migrantes.
Siguiendo con la prédica feminista que lo personal es político, sirva esta obra para que hombres y mujeres, bajo el lema de la equidad y el respeto a la diferencia, interioricen las consecuencias más que las “virtudes” de tratar de ser en todo momento macho, varón y masculino. Es por ello válido recordar una de las ideas que aborda González Pagés, presente en el texto: “Contribuir a transformar modelos de masculinidades dicotómicas, encerradas en soluciones sin salidas, podría ser uno de los más loables aportes de los estudios sobre masculinidades.”
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